Hoy hace 22 años que nos dejó uno de los mejores letristas que ha dado este país. Autor de un legado maravilloso de canciones, de letras dolientes, de historias que nos pueden pasar a cualquiera, una de las figuras de la música nacional al que se le echa mucho de menos.
Su legado está más vivo que nunca y a ello contribuyen enormemente su hermano Alvaro, Jesus Redondo, Ramón Arroyo y Juanjo Ramos, sus compañeros en Los Secretos.
Hoy estuve escuchando sus dos discos con Los Problemas, nunca me cansaré de reivindicarlos, ejercicios de amor a la música mexicana, a canciones que le marcaron y a los que añadió una decena de temas inéditos que forman parte de lo mejor de su carrera.
Enrique siempre será uno de mis autores favoritos.
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