Esta mañana publicabamos una entrada con el estreno de » A la media luna «, el primer avance del disco de versiones » Copas de yate « que Quique González publicará en noviembre y que servirá para celebrar sus 25 años de carrera.
A mediodia se ha publicado el vídeo que acompaña a la canción, que por cierto me ha gustado un montón, con ese dinamismo de planos y ese Quique disfrutando enormemente, incluso marcandose algún paso de baile y todo en el mismo.
Así la define Arancha Moreno, una de las mayores expertas en Quique González:
«Alabados sean / los pies del viajero / la huella sonora / que persigo yo», canta Quique en “A la media luna”. Toda una declaración de intenciones de lo que simboliza este disco, concebido como un laboratorio de ideas en el que Quique investiga músicas y letras a priori más alejadas de su repertorio y se las lleva por completo a su terreno. Así sucede en esta canción, que originalmente tenía una fuerte presencia de la guitarra eléctrica y que Quique aleja de la vertiente rock, convirtiéndola en un cóctel negroide de blues, soul y funk en el que relampaguea el Hammond, brillan los vientos y arropan los fabulosos coros góspel de las Golden Girls. Producida por Toni Brunet, es una versión «elegante» en la que reconocemos el sello inconfundible de Quique: su cálida voz, que encaja como un guante en el escenario sónico que explora en su próximo disco, Copas de yate.
Para redondear la entrada, recuperamos la original de Santiago Auserón publicada en el disco de 1997 » La huella sonora «, el que fuera segundo disco de su proyecto como Juan Perro, un alter ego que le sirvió para rebuscar y actualizar los sonidos latinos, incidiendo y aumentando una tendencia que ya asomaba en Radio Futura.