Havisolo

20 años de » Salitre 48 «

Cuando pienso en Salitre48 no pienso en una calle; pienso en una playa, en carreteras secundarias, en un hotel de Conil de la Frontera, en un par de botas sucias, en puentes que se cruzan en ambos sentidos, en un café en el puerto de Mahón, en un ron con coca cola en el «Wild Thing», en una bandada de gaviotas en la costa del norte, pienso en primavera, pienso en un otoño de párpados caídos, en un libro de poemas de Bukowski, en un atardecer en Porto Colom, en una colección de lunas llenas, en una verbena de barrio, pienso en mis amigos y en Violeta, en un verso de García Montero que dice «vivir es ir doblando las banderas». Pienso en bailarinas, en camareras, en peluqueras, en agentes de policía, en cantantes de orquesta, en Susan Sarandon en la última escena de Atlantic City, en Darío Grandineti en El lado oscuro del corazón, pienso en septiembre, pienso en hierba, en olivos, en lolitas de extrarradio, en pájaros mojados, en clubs destartalados, en una estación de tren. Pienso en sesión de madrugada, en viernes por la noche, en una montaña rusa, en ropa interior tendida al sol, en aviones que despegan, en Madrid amaneciendo tras una noche de copas, o caminando por una Barcelona solitaria el día de Navidad. Pienso en un billete de ida a la ciudad del viento, en el sol entrando por la ventana de una casa desvencijada por los ladrones, en un piano tocado con dedos de cemento mientras afuera pasa el Carnaval. Cuando pienso en Salitre48 oigo tus pasos subiendo la escalera de madera, cruzar el pasillo, llamar a la puerta, entrar en casa…

Así se iniciaba el libreto de » Salitre 48 «, el segundo disco de Quique González que en estos días cumple 20 años de su publicación.

Hay discos en tu vida que pasan sin pena ni gloria, discos que te marcan en una época concreta, discos que te acompañarán toda tu vida, discos que te hunden, discos que te sacan del pozo, discos que te dan la vida y discos que te llevarías a islas desiertas…

» Salitre 48 » es para mi uno de esos discos, fue muy importante para mi en su momento y hoy 20 años después sigue siendo uno de mis discos favoritos a mis 41 años de edad.

Conocí a Quique con su primer disco » Personal «, se le presentó como un rockero, el salvador del rock en nuestro país y las pocas referencias que tuve en aquel momento me parecieron muy buenas, pero aquella época no era como ahora, facilidad de acceder a cualquier tipo de disco y si no comprabas el disco, solo tenías la referencia de la radio o televisión, y aquel disco tampoco tuvo un recorrido espectacular en los medios. » Personal « si sonó bastante o al menos yo si pude conocerlo por esta canción, pero mis recuerdos no me dicen mucho más de aquel disco hasta que me lo pude comprar años después.

Luego llegó » Desde que no nos vemos «, el segundo disco de Enrique Urquijo con los problemas y allí estaba » Aunque tu no lo sepas «, tema escrito por Quique González y que fue elegido como sencillo del disco, promocionandolo además con un estupendo vídeo en blanco y negro.

La canción se hizo muy popular y su nombre empezó a estar en boca de todo el mundo, incluso le acompañó en una actuación en Septimo de caballeria.

Universal tras no funcionar como querían el primer disco le dieron la carta de libertad. Quique se dedicó a componer durante meses y preparar unas maquetas que llegaron a varias oficinas. En la oficina de Nacho Sáenz de Tejada, en aquellos tiempos A&R en Universal.

Aquella maqueta no dejaba de sonar en aquella oficina y se decidió volver a contar con él dentro de la estructura de Universal. Para editar ese disco se decidió editar la maqueta según estaba grabada, algún retoque y una versión nueva de lo que sería el primer single elegido » La ciudad del viento «.

En un acto de justicia poética, Quique lograba otra oportunidad y es que al final, lo que pesaba eran las canciones y » Salitre 48 » tiene un gran puñado de grandes canciones. El disco le hizo lograr un nombre, empezó a sonar en algunas radios, Universal le dió la oportunidad de grabar otro disco y aunque la historia no acabó de la mejor manera, Quique empezó a cimentar su carrera a base de pelearse con giras de cientos de conciertos, canciones que iban creciendo y una base de seguidores que ha ido aumentando año tras año.

» Salitre 48 » es un disco que te invita a viajar a Conil de la Frontera, a la ciudad del viento, a un Madrid abrasador en Agosto, a la verbena de cualquier ciudad. a noche de tormentas, a tu colección de discos, a las oportunidades perdidas, a las ganas de sentir esas letras que se te clavaban en cada escucha.

La canción que abre el disco no puede ser más descriptiva, la memoria de tiempos pasados, el amor que se evapora, la autoimposición de olvidarla en ese brillante homenaje a Aute. Una gran apertura de disco, prueba de que terminó calando es que hoy en día es fija en los conciertos y uno de los momentos más celebrados por todos los seguidores.

» Día de feria » es un retrato costumbrista de una noche en un recinto ferial, una verbena de ciudad y que 20 años después sigue funcionando por su maestría en la descripción. Aquí aflora el cantautor que tuvo siempre dentro, muy Dylan.

» La ciudad del viento « aparece aquí en 2 ocasiones, la versión que se utilizó como sencillo y la versión acústica y desnuda que cierra el disco como pista oculta. Fue la canción que presentó el disco en su publicación, al igual que » Salitre » muy descriptiva. De mis canciones favoritas de Quique, y que el tiempo la mantiene en su repertorio.

» Crece la hierba » suena muy juvenil en estos tiempos, un ritmo casi reegae que se termina pegando, no son territorios muy visitados por Quique en su posterior carrera.

» Rompeolas « es una de las mejores canciones del disco. El recuerdo a ese amor que se fue, el estribillo es de lo mejor que ha escrito nunca, notas su dolor en el recuerdo.

» 39 grados » nos devuelve al Quique del primer disco, un rock urgente ambientado en un verano abrasador en la ciudad.

» Carnaval « es como si fuera la segunda parte de » Día de feria «. La melancolía hecha canción, la nostalgia de tiempos pasados.

» Perdone agente « nos lleva de nuevo a su disco debut. Una letra sobre un encontronazo con la autoridad, resuelta en un rock que se vuelve pegadizo en un estribillo que entra fenomenal.

» Bajo la lluvia » es una de las grandes baladas del disco y una de las mejores de toda su carrera. Pura emoción en la letra y esa voz que la sostiene sintiendo con el autor la nostalgia y el dolor de la pérdida de aquellos momentos.

» Ayer quemé mi casa » siempre me sonó muy Dylan. Sobre todo en la letra y esa armónica, instrumento que nunca ha dejado y que posiblemente en este país es de los mejores que la utiliza. El ritmo la hace hipnótica, siempre fue una de mis debilidades del disco.

» De haberlo sabido » es otra de sus mejores baladas. Hoy en día sigue formando parte de su repertorio y es que es demoledora. La nostalgia, el olvido, el amor perdido, las oportunidades perdidas, todo ello y mucho más es esta enorme balada.

En » Jukebox » se vuelve al rock y al espíritu del primer disco, con esa energía juvenil efervescente que ya estaba en su debut.

» En el disparadero » siempre fue otra de mis debilidades, esa mandolina y la armónica unidas en una letra que siempre me gusto mucho, ese estribillo nostálgico de volver a donde uno fue feliz, los corazones de segunda mano…

» Tarde de perros » apoyada en un ritmo marcial nos recuerda el fallecimiento de Enrique Urquijo sutilmente en la letra, de nuevo la armónica doliente en la parte final del tema.

» Todo lo demás » es otra de esas canciones quizás escondidas en sus discos pero que a mi me funcionan estupendamente. Letra nostálgica, las carreteras por delante y ese estribillo que invita a cantarlo, la armónica final de nuevo nos invita a viajar lejos.

» Permiso para aterrizar » comparte pista final junto a la versión acústica de » La ciudad del viento «. Es una canción desnuda que adelanta esa faceta que Quique visitará más adelante en discos como » Kamikazes enamorados «, la letra, el sentimiento en la interpretación.

Después de » Salitre 48 » llegaría la exuberancia de » Pájaros Mojados «, los momentos difíciles tras su despido, la gira de peleando a la contra, la desnudez de » Kamikazes enamorados «, la búsqueda de » La noche americana «, esa vuelta a las multis con » Ajuste de cuentas «, la confirmación de la crítica en » Avería y redención «, la maestría de » Daiquiri Blues » y » Delantera mítica » y la confirmación total en » Me mata si me necesitas « junto a ese homenaje compartido con Luis García Montero que es » Las palabras vividas «.

Quique González siempre lo diré, forma parte de mi top 3 o top 5 de artistas, quizás formaría parte de una trinidad junto a Bruce y Sabina, posiblemente si.

He seguido su carrera desde este disco totalmente a fondo, cada disco lo he comprado, le he visto en el Conde Duque con 50 personas de público, le he visto en la Riviera, teloneando a Fito, en el teatro de mi ciudad, en Guadalajara, y siempre he salido muy satisfecho de todos los conciertos a los que he asistido de él.

» Salitre 48 » fue un paso importante en su carrera, mezclaba la efervescencia de su disco debut con una madurez como cantautor que potenciaría en sus siguientes discos. » Salitre 48 « es un disco de juventud, de amores perdidos, de carreteras secundarias llegando a playas desiertas, de sueños por cumplir y de sentir que en cada letra puede haber una historia como la tuya o como la que te contaron aquella vez en una terraza estando de cervezas.

Es un disco que siempre me acompañará y al que suelo regresar cada poco tiempo, el momento final de » Salitre « es de mis favoritos en mi vida actual y en mi último concierto antes de la pandemia, lo cante y grite más alto que nunca.

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